viernes, 29 de junio de 2007

Generación activista: la espontaneidad que rompió paradigmas

Generación activista: la espontaneidad juvenil que rompió paradigmas

Christian Hernández, 19 de junio de 2007.

Confieso que hace 3 semanas nunca me hubiera imaginado que los estudiantes íbamos a tomar las calles de Venezuela. Asimismo, jamás me hubiera imaginado que los estudiantes pudiéramos crear un movimiento totalmente sorpresivo, lleno de coherencia política, esencia democrática y de estructura masiva, en el cual yo iba a formar parte.

Y lo digo porque desde el año 1984, cuando el ex rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Edmundo Chirinos, denominó a la generación de esa época como la “generación boba”, (debido a que -entre otras características- “estaba alienada, pasaba la mayor parte del tiempo viendo televisión y no sabía nada de política”), nunca pensé que los jóvenes íbamos a salir de esa clasificación.

Es curioso pensarlo pero los integrantes de esta “generación boba” son los mismos que ahora cumplen el rol de ser nuestros padres. Pues, con las mejores o las peores intenciones, a través de sus decisiones y acciones, el devenir de la historia nos ha llevado al momento político actual que vive nuestra gran patria: Venezuela.

Hace 15 años se decía que la política era “cosa de viejos” y que los jóvenes vivían en su propio mundo. Pero veamos algo, desde 1984 hasta ahora, han pasado 23 años. En términos cronológicos esto es una generación entera. Eso quiere decir que el fin de la “generación boba” está fechado para este instante. Estamos ante el nacimiento de otra generación: la activista.

¿Cuáles son las características de esta nueva “generación activista”?, ¿Cuáles son los grandes retos que tendrá que afrontar?, ¿Serán coherentes los consejos u opiniones que pueda emitirle la “generación boba” a la “generación activista”? Estas interrogantes son un punto muy interesante de análisis para el momento decisivo que vive el país.

…Tocando el tema de las características:

Su principal característica es que la “generación activista” es hija de la libertad. Nació y se desarrolló en libertad. Por lo tanto y como afirma la profesora Mercedes Pulido, de la Universidad Católica Andrés Bello, (UCAB), Núcleo Caracas: “este movimiento viene de la libertad y gracias a esto es irreverente. No añora la gran Venezuela del pasado y no tiene presente porque su presente es el futuro”.

No se fija en los errores cometidos en el pasado, no sigue viejos modelos, no pide apoyo de la tan criticada “generación boba”. Sencillamente está dispuesta a construir una nueva realidad, un mejor país a partir de lo que tenemos en este momento. Por eso su presente es inexistente porque la realidad que vive es la construcción de un futuro que desea corregir y perfeccionar.

Además, no ha caído en la trampa de sólo manifestar el deseo de que “Chávez se vaya”, (como ocurrió hace varios años con el paro petrolero), sino que ha salido a la calle con una propuesta política, (aunque no le guste el término), coherente, en la cual exige el respeto a los derechos humanos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Las armas de esta “generación activista” son los conocimientos obtenidos en los libros y en los salones de clases, demostrando que el oficio de estudiar sí tiene una utilidad vital en la defensa y desarrollo del país. De esta forma se vale de argumentos válidos y resistentes que le han otorgado la siguiente característica: el poder.

Hace 3 semanas los estudiantes de Venezuela carecían de poder. Gracias a esa unión casi “psíquica” que existe entre todos los individuos venezolanos, adultos jóvenes que se consideren ESTUDIANTES, hemos demostrado al mundo que las políticas del gobierno actual no son plenamente aceptadas. Y que hablando de exclusión en el discurso oficialista, somos precisamente los estudiantes quienes nos sentimos excluidos en las decisiones políticas que toma el gobierno nacional.

Para concluir, la “generación activista” se vale de ciertos signos y símbolos que han diferenciado su movimiento político de todos los anteriores.: manos pintadas de color blanco, símbolos de la paz, franelas negras y blancas y, bocas amordazadas como símbolo de una libertad de expresión derogada, son otras herramientas de en las que se apoyan para darle a su movimiento mayor impacto social.

…Afrontando los retos:

Muchos retos debe afrontar la “generación activista”. Tantos errores cometidos durante siglos de ineficiencia política y, en especial durante la segunda mitad del siglo XX, nos pasan factura ahora mismo.
Lo importante es que la sociedad venezolana ha madurado. Como prueba, nuestra “generación activista” comprendió que lo importante no es quién nos gobierne sino la calidad del gobierno.

Hablar de temas como: la inseguridad, escasez de viviendas, exclusión social, marginalidad o pobreza crítica, nivel educativo muy deficiente y, un sistema de salud público de extrema insuficiencia son tan solo la punta del iceberg. El principal reto que debe afrontar la “generación activista” es la reconstrucción del país, el cual debe ser diseñado en la medida de las necesidades reales que necesita solventar Venezuela.

Hay que darle dignidad al venezolano, a través del trabajo honesto. Evitar el populismo a toda costa es una opción para Venezuela. No nos interesa el capitalismo, el comunismo, Marx o Lenín. El reto es elevar la calidad de vida del venezolano promedio, que cuando se compare con otras naciones, se sienta orgulloso de ser venezolano.

Ahora los jóvenes tenemos que seguir luchando con las únicas armas que tenemos: nuestros libros, nuestra voz y nuestra bandera. En consecuencia, percibimos esta lucha como de larga duración, es un proyecto a futuro en el cual participamos todos los jóvenes del país. La intención es redefinir al país.

…“Generación boba” vs. “generación activista”:

No creo en que la “generación boba” tenga algo o no que decirle a la “generación activista”, pues si de dar consejos y recomendaciones se trata, es un asunto de la “generación boba” determinar cuál es el mensaje que desea enviarle a la “generación activista”. Es una decisión que ellos deben tomar.

Mientras, nosotros los jóvenes no debemos preocuparnos por las decisiones que deba tomar una generación que se caracterizó en su época por no intervenir en los asuntos públicos. Nos dedicaremos al análisis de los hechos que cada día se presenten en el país, con el fin de intuir su influencia en el futuro y planificar cuáles son las acciones que se deben tomar en el presente para prevenir los desastres.

La “generación activista” ha roto paradigmas. La sociedad venezolana no volverá a ser jamás la misma. Si ni siquiera yo mismo creía que esto iba a suceder hace 3 semanas, ahora que he probado lo que se siente ser escuchado, que he sentido la fuerza de la juventud unida y que he confirmado que tenemos una voz y que es difícil callarla, sé que nuestro país tiene un gran futuro y, eso se debe precisamente a que somos nosotros mismos quienes lo construiremos.

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